¿Qué es la Introyección?
Hace relativamente poco conocí este término, me pareció super interesante para madres, padres, amigos, hijos… para todo el mundo. Creo que es muy importante saber manejarlo y adaptarlo a nuestra vida cotidiana. En el club de Objetivo Aire Libre creo que puede ser un tema muy interesante.
Introyección
1. f. Psicol. En el psicoanálisis, proceso inconsciente por el cual un sujeto incorpora actitudes, ideas, creencias, etc., de un individuo o grupo de individuos, previa identificación con ellos.
Es un término usado en psicología y en psiquiatría, aunque sobre todo dentro del psicoanálisis. Nuestro entorno, con quien más nos relacionamos (padres, amigos, hermanos…) dice mucho de nosotros mismos. Sin embargo, puede que algunas de las ideas o creencias que pensamos que forman parte de nuestra identidad y que tomamos como propias no sean fruto de nuestra propia mente, ni de lo que pensamos ni sentimos.
¿Por qué ocurre esto? Porque desde pequeños vamos forjando nuestra personalidad mediante tres mecanismos: imitación, identificación e introyección.
Éste último quizás sea el menos conocido. Se trata de un proceso psíquico por el que una persona se atribuye características de otras personas a las que quiere y admira, pero también sus temores.
Debemos aprender a distinguir entre lo ajeno y lo propio. Tarea difícil cuando te han dicho desde que tienes uso de razón «no hables con desconocidos», «hay que ser fuerte, los demás no pueden ver tu debilidad», «nunca debes fiarte de nadie»,… Te lo han repetido taaaaantas veces que aunque no sea tu miedo, lo haces tuyo. Eso es la introyección. Y no nos damos cuenta que estamos impidiendo el libre desarrollo de la persona y que, quizás las consecuencias es que le cueste desarrollar habilidades sociales, inseguridad en los demás, desconfianza… Les estamos transmitiendo nuestros miedos, no los suyos.
Obviamente hay frases que todos decimos -padres a hijos, en una pareja…-, y no por eso estamos introyectando a los demás, pero debemos dar herramientas, ser pacientes y sentarnos a explicarlo; no todo el mundo es malo, aunque haya gente mala, no todo el mundo roba, aunque haya ladrones… etc. Preguntarle a la otra persona «tú, ¿qué opinas?» Pero sobre todo dar claves para dejar que la otra persona decida por ella misma. ¡Claro que aprendemos del entorno! Pero debemos ser cuidadosos y no aceptar lo que el otro/a dice por no decepcionar aunque opinemos lo opuesto.
«No existe una realidad objetiva como tal, interpretamos la realidad constantemente y lo hacemos cada uno a través de nuestras gafas teñidas por nuestras experiencias personales, deseos, miedos, etc.».
Autor desconocido.
La revista online PsicoActiva apunta «En este orden de ideas, la introyección también es considerada como un mecanismo de defensa al que recurre el sujeto para internalizar las amenazas externas, aliviarlas o neutralizarlas. De modo que, la introyección alude a un proceso inconsciente en el que una persona incorpora ideas, actitudes o creencias de otro sujeto o grupo de individuos, una vez que se ha identificado con ello».
Supongo que preguntarnos por qué hacemos eso sería de difícil respuesta, es algo que suele «salir solo». No tiene que ser fácil evitar ciertos comentarios o expresiones típicas que tenemos dentro desde pequeños y no transmitírselas a nuestros hijos.
Obviamente hay expresiones que yo seguiré usando como «no abras la puerta a desconocidos», pues sÍ, lo seguiré diciendo, pero no quiero hacerle creer con eso que desconfíe de todos los desconocidos. Creo que es un tema complejo. ¿Qué digo y qué no digo?
Lo que más nos gusta en esta familia es salir y viajar y, hay que admitir que viajando es necesario confiar en extraños, hablar con desconocidos. Entonces… ¿Dónde está la línea? Debemos ser muy cuidadosos a la hora de transmitir la información, como pongo en el post y, según he leído en varias páginas web es fundamental preguntar a la otra persona que opina sobre el tema. Darle confianza para que si opina diferente a nosotros nos lo cuente. Teniendo la confianza ganada puede ser muy fructífero para ambas partes -sin olvidar que los más pequeños viven en otra época totalmente diferente a la nuestra-.
Debemos conseguir mediante esa confianza que en vez de decir: «yo creo…» o «yo pienso…» (que la realidad sería «lo que creen y piensan los demás…») diga con total libertad: «yo opino que…».
Puede que incluso quienes cambiemos de opinión seamos nosotros… ¡Quién sabe! Y nos den una lección como acostumbran a hacer.
Si queremos hijos libres, debemos darle libertad para que también formen sus propias opiniones. Piensen por ellos mismos. Actúen como crean que es mejor. Se equivocarán, pero nosotros estaremos a su lado siempre. Siempre desde el cariño y la confianza se puede hablar de todo.
«Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla».
Sigmund Freud.
Escucha mi entrevista del podcast de @maternidadviajera pinchando aquí. Puedes leer mis anteriores artículos «Sucedió en Islandia», No todo es tan bonito, Guatemala el gran desconocido y Costa Rica, un país verde o juegos en la autocaravana para peques.
Me llamo Almudena y mis pasiones son la lectura, la meditación y viajar todo lo que pueda (aunque sé que será imposible por falta de tiempo y dinero…). Antes viajaba de mochilera con mi pareja y con mis amigas. Después fui madre y me uní al mundo de las autocaravanas -sin olvidar mi pasado-. Ahora viajamos de ambas maneras los tres juntos, dándole al niño lo que más nos gusta, viajes con experiencias, cultura y aventuras. Serán unos recuerdos para toda la vida. Puede que se olvide de alguna cosa –o de muchas-, pero aquí estaremos nosotros de viva voz, por fotos y videos para recordárselo. Como él mismo nos ha dicho en un viaje «lo más importante del viaje es que estamos los tres juntos». Así es. Nuestro objetivo es crear un adulto tolerante, con experiencias a sus espaldas desde pequeño, que sepa apreciar y valorar nuestro planeta. Puedes seguirme en Instagram en @almudena_martin.
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