Lo primero que nos preguntamos es ¿Qué es el GROUNDING? ¿Se puede/deber practicar con niños?

El grounding, también llamado Earthing, es cualquier actividad en la que el cuerpo está tocando el suelo (tierra, césped) sin ninguna interrupción entre medias (ningún tipo de ropa). La actividad más común es quitarse zapatillas y calcetines, y caminar descalzo por la tierra.

Y ahora pensarás: ¨¿Por qué es tan importante practicar grounding con niños? Yo se que salir y tener contacto con el aire libre es muy importante, pero ¿Hace falta ir descalzo?¨ o ¨Sí claro, mis hijos pequeños prefieren ir descalzos pero ¿Los adultos? ¿Cómo me voy a poner descalzo a caminar?¨

No te preocupes que ahora empiezan los por qués de esta práctica, te convencen seguro.

Diríamos que lo que hace la conexión piel-tierra tan importante es la electricidad que se trasmite. Te lo explico mejor: El planeta Tierra está llena de electrones libres. Cuando conectas piel-tierra, permites que estos electrones circulen por tu cuerpo actuando posiblemente como antioxidantes y neutralizando a los radicales.

¿Por qué es mejor caminar por la tierra que simplemente tocar con la mano el suelo? Aunque la conducción eléctrica se lleva a cabo en todo el cuerpo, hay un punto en la mitad de la base de la planta del pie, que los acupunturistas llaman riñón, desde el cual el impacto de los iones negativos parece ser más rápido y efectivo.

Ya sabes ahora más o menos qué es. Ahora vamos a explicar cuáles son los efectos de este intercambio de iones cuerpo-tierra en los seres humanos:

1. Reduce la inflamación.
2. Reduce el dolor.
3. Reduce el estrés.
4. Mejora el sueño.
5. Mejora los niveles de cortisol, hormona relacionada con el estrés.

Yo no soy médica ni experta en el tema, pero al informarme sobre el porqué del earthing, hay múltiples estudios médicos que presentan estos beneficios y algún otro más. Hay ciencia detrás de esta práctica milenaria.

Ahora me preguntarás ¿Cómo puedo meter el grounding en mi vida y en especial con niños?

1. Camina descalzo: esta es la más común y fácil. Ir a un parque, quitarte las zapatillas y darte un paseo con tus hijos. Si tienes jardín en casa, sal siempres sin zapatillas, conviértelo en una costumbre.
2. Tocar agua o arena: caminar por la playa o darte un baño son súper maneras de hacer grounding.
3. Abraza un árbol: de esto habra que hacer otro artículo porque la tendencia va cada vez a más.
4. En vez de dar un paseo, llévate un libro, siéntate en debajo de un árbol y descálzate.
5. Picnics: prepara un picnic, prepáralo en en suelo y toda la familia a descalzarse por todo el rato que dure.

Vivimos en una sociedad llena de estrés y prisas que hacen que cada vez estemos menos conectados con la tierra. No permitamos que nuestros hijos entren en el mundo de la ansiedad conectándoles con la naturaleza.

¿Te he convencido? Espero que este texto te despierte interés en empezar a practicar grounding con niños, o ¡tú sola!

Laura García, mamá viajera detrás de Objetivo Aire Libre. Este proyecto es el fruto de la pasión por los viajes y la aventura de la familia entera.  Profesora, diplomada en educación física, psicopedagoga y emprendedora. En el mundo de la educación durante los últimos 16 años, ahora usando también esa experiencia para inspirar y educar a padres y cuidadores en la importancia del movimiento y el aire libre para la salud de los peques y los mayores. Cuando no está con sus hijos viajando, paseando, explorando, escuchando podcasts o leyendo, probablemente la encontrarás haciendo pan con su sourdough o viendo The Mandalorian con palomitas en el sofá de su casa. Laura presenta nuestro podcast Maternidad Viajera y Aventurera. ¡No olvides escucharlo!